Aún teniendo mucha fama, tiene una gran cantidad de críticos que la tildan como una obra nefasta y que solo gusta a los más pequeños que no piensan qué está pasando en la pantalla. Hoy me pongo en contra de estos y comento cuatro cosas que hace bien.
5. Un inicio que atrapa:
Sus primeros capítulos muestran la crueldad de lo comentado con el grupo al que se une Kirito, los Gatos Negros Iluminados por la Luna. Este equipo cae en una trampa de una mazmorra y a excepción del protagonista y el líder que no estaba con ellos, fueron asesinados por el enemigo. Tras enterarse de esta noticia, este último se suicida.
4. Sin Kirito SAO brilla:
Tenemos dos claros ejemplos que son el arco de Mother ‘s Rosario y el arco de Alicization War of Underworld. En la primera tenemos como protagonista a Asuna que se une brevemente al clan de los Caballeros Durmientes. Un grupo de seis jugadores que en la vida real sufren graves enfermedades y cuyo objetivo es grabar sus nombres en el Monumento de los Espadachines. Unos capítulos que emocionaron a muchas personas.
En el segundo vemos una batalla feroz y sin cuartel entre el Imperio Humano y el Territorio Oscuro. Kirito al estar en coma no puede participar. Encontramos varios momentos épicos como la pelea entre Bercouli y Vector/Gabriel Miller, el gremio de boxeadores liderado por Iskhan y su pelea contra Scheta o el inspirador discurso de Lisbeth para conseguir más aliados.
3. SAO no es solo SAO:
Una idea refrescante que sirve para que la obra no se vuelva repetitiva, conocer nuevos personajes y que enriquece más su universo y da opciones a nuevas ideas. Imaginaos por un momento si esto no surge y solamente jugaran al primer videojuego. Si la serie ya tiene críticas con esto sería otro nivel.
2. SAO toca temas interesantes nunca vistos:
Todo esto tiene como objetivo crear una IA perfecta para utilizarla como en vehículos militares y así no utilizar a personas en ellos. En resumen, duplican almas, las envían a un videojuego para que crezcan y luego las sacan al mundo real para utilizarlas como sacrificios de futuras guerras.