Fairy Tail, Naruto, Nanatsu no Taizai, Kimetsu no Yaiba o Shingeki no Kyojin son obras que acaban, según mi humilde opinión, mal. Pero por qué casi todos los finales de los shonen son malos. Aquí intentaré daros una respuesta.
¿Cómo es un mal final?:
Para catalogar unos últimos capítulos como malos estos deben de tener giros de guion mal ejecutados, como el de Merlín en Los Siete Pecados Capitales. Esto se debe a que no se da ni un mínimo indicio de ello. Otra característica es el de las ideas sacadas a última hora y que no tienen nada que ver con la historia como en Naruto con Kaguya, siendo una extraterrestre, cosa que ni se toca durante todo el anime.
Cerrar la serie sin explicar algunas cosas como en Ataque a los Titanes y la espina dorsal/gusano enorme que aparece y desaparece de la nada sin ninguna explicación es otro claro ejemplo. O que el manga empiece y acabe igual como en Reborn. Donde el protagonista abre y acaba la obra siendo tutelado por un profesor para ser un buen mafioso.
Bakuman y los enfrentamientos con las editoriales:
Gracias al anime de Bakuman, podemos pensar una de las causas de este tipo de finales. Con esta obra, Tsugumi Ōba y Takeshi Obata, autores de Death Note, nos muestran que desde las propias editoriales quieren que se alargue la obra para así tener más ventas. Esto conlleva a que las series no acaben como tenía pensado el autor y tengan estos finales tan pésimos.
Además de estirar los mangas, las editoriales también pueden acortarlas acabándose antes de hora. Esto se debe a que la popularidad de la serie baja hasta un punto donde debe ser cancelada. Y se les da unos últimos episodios para que el creador o creadora termine su trabajo.
Bleach es un shonen que se comentó que fue la propia Shueisha quien le dio fin pero Tite Kubo salió para desmentirlo. Aunque en esta ocasión no fuera real, otras obras menos conocidas han sido cancelados por las empresas, otro punto que también podemos observar en Bakuman.
Problemas íntimos:
Otra causa es los posibles problemas personales del escritor. Koyoharu Gotoge, creadora de Kimetsu no Yaiba. La escritora comentó que al acabar su obra decidió retirarse debido a problemas personales y eso se reflejo en el manga con un final precipitado.
Los finales de los shonen malos también se deben a falta de ideas, uso de improvisación o cambios para agradar a los fans. Pero eso son cosas que solo los escritores saben si han hecho o no. Recemos para que Oda no tenga ningún problema y le de un buen cierre a One Piece.